La derecha política, embriagada de la misma estupidez que habita sus tres cabezas, ofreció en la investidura de Pedro Sánchez un espectáculo que no permanecerá en la memoria de los ciudadanos, solo un eco confuso de insultos, mentiras y afirmaciones absurdas que ni siquiera provocan la risa, sino el hastío.-
Durante la retransmisión de la función teatral en la que intervenían los líderes conservadores, imaginaba a Casado, vestido de legionario, con la borla del gorro acariciándole la frente, a su lado el sargento Abascal, sus barbas apuntando visionarias al horizonte. No sé si estaban en el campo de maniobras donde sus disparos, ignorantes de las leyes de la balística, fallaban el blanco o, si de permiso, vociferaban en la taberna donde Cristo dio las tres voces. Es asombroso que unas personas que aspiran al gobierno del estado no fuesen conscientes de su ridículo, el cual alcanzó su cumbre con la señora Arrimadas y su patética búsqueda, como nuevo Diógenes, de un valiente en la bancada socialista, para hacer fracasar la investidura. No quedó claro si habría remuneración para el que interpretase correctamente la situación.-
Entre los entusiastas diputados del P.P. merece mención especial, Adolfo Suárez Illana, el hijo de Adolfo Suárez. Lamentable figura de relumbrón quien, por el gas vacío que llena su interior, fue apartado en el propio partido a un puesto de brillo, como es la mesa del congreso, además de un lugar próximo a Casado en las fotografías, con prohibición de abrir la boca, para que no vuele la inevitable tontería, solamente las lecturas propias de su cargo y aplaudir o esbozar una ligera sonrisa. Su hermosa cabellera cenicienta y la melancolía apagada de sus ojos, su triste figura de caballero español, no son indicación fiable de sus capacidades intelectuales. Pues bien, este fracasado torero y marqués fallido, con ocasión de la intervención de los representantes de Bildu, un partido tan democratico como pueda serlo el P.P. y mucho más estimulante intelectualmente, optó por un gesto decisivo, un golpe sobre la mesa que impusiese la dignidad de su estirpe. Y, a tal efecto, se sentó de espaldas a los siniestros delegados de Otegi. Sin embargo, no tuvo en cuenta la dificultad de percibir su gesto por el esfuerzo necesario para distinguir la parte anterior de la posterior de su cuerpo, todo superficie de lisura opaca. La impresión final fue la de un niño castigado en el colegio y puesto por el profesor de cara a la pared y con la obligación de repetir mil veces los nombres de los diputados vascos. Creo que aún está en ello.-
Del elenco de actores de esta derecha, recuerdo a la pequeña y dulce Oramas, una japonesa perdida en la furia mesetaria, explicando las razones de su voto que a nadie interesaban. Y también al señor Revilla, por diputado interpuesto, insufrible protagonista mediático, almacén bípedo de simplismos y remedios arbitrarios para solucionar lo complejo, vocero de sus folletos y traductor de sus anécdotas cántabras en categorias universales. Las imágenes históricas de este director de sucursal bancaria, como la de los luchadores cántabros en el camino de Castilla sobre abarcas nos golpean realmente. ¿por qué lo querrán tanto algunas televisiones?.
Ningún miembro de esta derecha política parece tener en cuenta la distancia entre los tres partidos que la articulan y un electorado conservador, pero moderno y racional que es obvio existe en nuestro país y el cual, escuchándolos, tiene que sentirse profundamente descontento. No reconociéndose en esta ultraderecha les negará su voto.-
Ultraderecha que con sus constantes vítores a la constitución, al rey y a España, ahogados por aplausos enfervorizados, hacían recordar las cortes franquistas y sus procuradores del tercio familiar.-
Pero en esta ineficaz a la postre y grosera estrategia contra el éxito de la investidura del señor Sánchez no estaban solos. Fuera del congreso ofrecían su ayuda y actuaban concertadamente dos largos brazos, el eclesiástico y el judicial.-
La conferencia episcopal que integra a muertos vivientes como los cardenales Rouco Varela y Cañizares, al lado de obispos de voz meliflua y más presentables pero que cuando se dibuja una amenaza para los sacrosantos intereses eclesiásticos, forman una piña de lustrosos plátanos, pidieron rezar por España. Oraciones para impedir la desaparición de la religión como asignatura evaluable y con alternativa, un escándalo intelectual que con dinero público se profundice en las profundidades insondables de la Inmaculada Concepción o la eucaristía. Amenaza que se extiende a la posible denuncia de los acuerdos con el Vaticano o a la reversión de la serie inagotable de apropiaciones del patrimonio del estado o de los ayuntamientos por mor de inmatriculaciones abusivas, o al pago de impuestos. Ante la tendencia histórica del Espíritu Santo a encarnar en bienes materiales, la obligación de un buen gobierno es adelgazarlo y devolverlo a lo invisible, desencarnar al dogma, grosero callo crecido de la “doxa”, de la opinión y apartarlo con claridad de la economía.-
Y el tercer pilar de esta estrategia de la derecha es la cúpula judicial, dominada por los nombramientos conservadores, cúpula dispuesta a todo para impedir una solución a la articulación territorial del estado que rompa la mítica España eterna que mamaron en fuentes franquistas y autoritarias. Así tenemos la sentencia del catorce de Octubre y, alrededor de este hecho central, el escándalo de la prisión preventiva y encarcelamiento de los Jordi, culpables de manifestación pacífica, el atropello de los derechos de Junqueras, el no hacer caso alguno a Estrasburgo, el atropello al presidente Torra por la J.E.C., confirmado por el T.S., la represión de los CDR para dificultar la acción política independentista, sin perjuicio de logrados los objetivos políticos buscados, ir liberándolos con cuentagotas. Todos recordamos la campaña mediática, apoyada en esas detenciones, para obtener condenas de la violencia independentista. No se vacila en banalizar el terrorismo (Alsasua, homenajes a presos de E.T.A., …).-
Pero todo fue inútil. Pedro Sánchez ganó la investidura y tenemos ya el primer gobierno de coalición y progresista de la historia de España. Creo, con todo el escepticismo que se quiera, que hay una posibilidad real de resolver o encauzar problemas que hasta la fecha permanecen irresolubles y que se agravan por esa irresolución. Una de las primeras y excelentes medidas ha sido nombrar fiscal general del estado a Dolores Delgado. La creo capaz de embridar al caballo judicial, desbocado en su galope delincuente y sacarlo del hipódromo político.-
EDOKSE TO DEMO (le pareció al pueblo, fórmula ateniense de los decretos de la asamblea)
Le pareció bien a los diputados la investidura de Pedro Sánchez y no hay más que hablar.-