Leí una de las obras póstumas de Roberto Bolaño “sepulcro de vaqueros” muerto con solo 50 años, es difícil imaginar cómo pudo escribir tanto y tan bien. Sin duda está entre los más grandes escritores en español. Me es difícil explicar, a mí que no soy crítico literario y que tampoco tengo mayor interés en ello, el atractivo poderoso de cualquiera de sus páginas. Tiene razón Leticia C. cuando señala que el algoritmo literario de Bolaño es mucho más difícil de descifrar que el de otros grandes escritores como Vargas Llosa.-
En este sepulcro de vaqueros hay capítulos como “gusano” con la geografía desolada de Bolaño y en la que florece una extraña flor de amistad, inolvidables.-
O el de los “surrealistas clandestinos”, en el que un teléfono nocturno lanza una red que captura al protagonista en una ciudad portuaria caribeña y lo traslada a un misterioso destino en París.-
Siempre espero que de los estratos espesos de los archivos bolañanos sigan surgiendo obras como la presente, aunque soy melancólicamente consciente de que en algún momento se alcanzará el suelo virgen.-