Una gran película, la de François Ozon “Gracias dios” sobre el tema de la pederastia en la Iglesia. Serena, equilibrada, dibuja claramente la complejidad de sentimientos y situaciones, del sacerdote culpable y de las víctimas y de sus familiares no hay atmósfera de caza de brujas, ni simpleza en las descripciones como en algún filme americano sobre el tema. Las tácticas dilatorias de la jerarquía eclesiástica, que también tiene sus razones, están expuestas de modo magistral. Todo ello sobre el fondo hondamente reaccionario y religioso de una importante ciudad de provincias.-
MAYO, 3
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