Vivimos y aprendemos en el sueño cada noche. Con placer expectante y también con respeto cierro los ojos y espero que la nave de los sueños con las velas de sus metáforas me arrastre a geografías que pueda navegar como Ulises, antes del regreso a Ítaca, más sabio y mejor caminante de los caminos de haz y envés, de vida y muerte que somos.-
No siempre están abiertas las puertas del teatro de la noche. A veces no hay representación, quizá los accesos se hallaban cerrados y los actores no pudieron acudir o asistir a una función que no recuerdas, o sólo de un modo vago pues no estabas preparado para intervenir activamente. La conversación con lo oscuro es esencial para el hombre y grande es la pérdida por su ausencia.-
Si durante el día te esfuerzas por recordar con mayor detalle las palabras nocturnas y las piensas con profunda atención, mayor será la frecuencia de las actuaciones de los sueños y su calidad y su difícil claridad, ya que lo oscuro, aunque pueda ser lo más pavoroso, es agradecido y corresponde a tu esfuerzo por facilitar su manifestación.-